El Madison Square Garden fue inundado el sábado por el merengue, la salsa, la bachata y el reguetón en el segundo y último concierto producido por Félix Cabrera en este gran escenario para celebrar los 50 años en la radio del locutor boricua Polito Vega.
Durante cinco horas, miles de fans de la música tropical vibraron y movieron sus cuerpos al compás de estos cadenciosos géneros. A los intárpretes de merengue les correspondió abrir el concierto y mantener los ánimos encendidos de la gente al cantar cada uno dos o tres canciones de sus grandes éxitos. A las 8:00 de la noche el puertorriqueño Elvis Crespo subió al escenario seguido de la dominicana Milly Quezada, quien hizo que el público se parara de sus asientos al cantar a dúo con Elvis “Para darte mi vida”, y con un popurrí de sus temas conocidos entre ellos “La guacherna”.
La algarabía siguió con la presentación de Los Hermanos Rosario, orquesta a la que el público recibió de pie. Lo mismo sucedió con su hermano Toño Rosario, a quien incluso la audiencia hasta le hizo el coro con “tu Kukito light”.
Grupomanía, de Puerto Rico, también trajo su merengue y su baile electrizante. Estos jóvenes también hicieron un dueto con Olga Tañon. La cantante puertorriqueña se echó al público en un bolsillo y se llevó grandes aplausos con sus bailes ágiles y sus movimientos sensuales.
Henry Santos, del grupo Aventura, tuvo una actuación fallida, a pesar de que se había dicho que su participación en el Madison marcaría su debut como solista. Antes de finalizar su tema presentó al grupo que patrocina, Los Roba Corazones, quienes tampoco lograron calar, para luego unirse a ellos. Se podría decir que pasaron sin pena y sin gloria.
Con la llegada del merenguero Héctor Acosta se produjo uno de los primeros baches del concierto. El artista hizo tres bachatas, entre ellas “Me voy”, por la que fue muy aclamado. A seguidas Tito El Bambino se adueñó de la escena con tres éxitos, incluyendo su propia versión de “Pepe”, acompañado de seis bailarines. Víctor Manuelle, inició la parte salsera. Contrario a sus antecesores, “El Sonero de la Juventud” agotó un turno de 20 minutos en escena, al igual que Domingo Quiñones, quien interpretó cinco temas del fenecido Héctor Lavoe. Gilberto Santa Rosa también tuvo una gran noche con sus temas “Conteo regresivo”, la balada “Que alguien me diga” (interpretada en medio del público) y “La agarro bajando”.
La India manifestó su disgusto al cantar una sola canción, “Vivir lo nuestro”. El cierre fue con el salsero venezolano Oscar D’ León, quien también hizo referencia a que iba a cantar un tema. Mientras cantaba la gente empezó a irse.
Durante cinco horas, miles de fans de la música tropical vibraron y movieron sus cuerpos al compás de estos cadenciosos géneros. A los intárpretes de merengue les correspondió abrir el concierto y mantener los ánimos encendidos de la gente al cantar cada uno dos o tres canciones de sus grandes éxitos. A las 8:00 de la noche el puertorriqueño Elvis Crespo subió al escenario seguido de la dominicana Milly Quezada, quien hizo que el público se parara de sus asientos al cantar a dúo con Elvis “Para darte mi vida”, y con un popurrí de sus temas conocidos entre ellos “La guacherna”.
La algarabía siguió con la presentación de Los Hermanos Rosario, orquesta a la que el público recibió de pie. Lo mismo sucedió con su hermano Toño Rosario, a quien incluso la audiencia hasta le hizo el coro con “tu Kukito light”.
Grupomanía, de Puerto Rico, también trajo su merengue y su baile electrizante. Estos jóvenes también hicieron un dueto con Olga Tañon. La cantante puertorriqueña se echó al público en un bolsillo y se llevó grandes aplausos con sus bailes ágiles y sus movimientos sensuales.
Henry Santos, del grupo Aventura, tuvo una actuación fallida, a pesar de que se había dicho que su participación en el Madison marcaría su debut como solista. Antes de finalizar su tema presentó al grupo que patrocina, Los Roba Corazones, quienes tampoco lograron calar, para luego unirse a ellos. Se podría decir que pasaron sin pena y sin gloria.
Con la llegada del merenguero Héctor Acosta se produjo uno de los primeros baches del concierto. El artista hizo tres bachatas, entre ellas “Me voy”, por la que fue muy aclamado. A seguidas Tito El Bambino se adueñó de la escena con tres éxitos, incluyendo su propia versión de “Pepe”, acompañado de seis bailarines. Víctor Manuelle, inició la parte salsera. Contrario a sus antecesores, “El Sonero de la Juventud” agotó un turno de 20 minutos en escena, al igual que Domingo Quiñones, quien interpretó cinco temas del fenecido Héctor Lavoe. Gilberto Santa Rosa también tuvo una gran noche con sus temas “Conteo regresivo”, la balada “Que alguien me diga” (interpretada en medio del público) y “La agarro bajando”.
La India manifestó su disgusto al cantar una sola canción, “Vivir lo nuestro”. El cierre fue con el salsero venezolano Oscar D’ León, quien también hizo referencia a que iba a cantar un tema. Mientras cantaba la gente empezó a irse.
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