El 'fútbol macho', ese que saca chispas dentro y fuera de la cancha, volvió a llevar alegría a los barrios bravos de La Victoria. Se jugó una nueva final del famoso Mundialito de El Porvenir y 'Los Íntimos de Manzanilla' se coronaron campeones, en medio de fouls arteros, insultos, mentadas de madre y gritos eufóricos que contagiaban a propios y extraños.
'La calle es una selva de cemento/ de fieras salvajes/ como no...'. La voz del inmortal Héctor Lavoe sonaba en los altoparlantes, como si estuviera narrando lo que pasaba en el campo de juego. Destellos de fútbol con todas sus virtudes y defectos, con sus amagues y remates, con sus 'chiches' y gambetas, con sus tacles y carretillas, con sus 'planchas' y puntazos. Ese fútbol del que han sido protagonistas el 'Cholo' Sotil y Julio Baylón, entre otros grandes.
En la gran final se enfrentaron 'Manzanilla' con 'Independiente de San Cosme'. El pegajoso 'Pa' bravo, yo', era silbado por algunos delanteros, como para intimidar a los defensas rivales.
Gol del triunfo
El partido era disputado con un cuchillo entre los dientes. Es un decir, pero grafica lo que pasaba en la cancha. Los equipos finalistas empataban 2-2 y los espectadores, apiñados en los cerros, desde las azoteas, balcones y ventanas de las casas, alentaban a sus parciales. La 'chelita' corría a raudales y una que otra 'tía' soltaba una carcajada, celebrando alguna ocurrencia.
Hasta que, faltando solo cinco minutos para el final, llegó el gol del campeonato. Carlos Soto, habilidoso pelotero, capaz de hacer malabares sobre la pista, el gramado o el grass sintético, convirtió un tanto que hizo explotar a las 'tribunas'. "Somos campeones por tercera vez. Gracias a la hinchada", dijo Soto.
'La calle es una selva de cemento/ de fieras salvajes/ como no...'. La voz del inmortal Héctor Lavoe sonaba en los altoparlantes, como si estuviera narrando lo que pasaba en el campo de juego. Destellos de fútbol con todas sus virtudes y defectos, con sus amagues y remates, con sus 'chiches' y gambetas, con sus tacles y carretillas, con sus 'planchas' y puntazos. Ese fútbol del que han sido protagonistas el 'Cholo' Sotil y Julio Baylón, entre otros grandes.
En la gran final se enfrentaron 'Manzanilla' con 'Independiente de San Cosme'. El pegajoso 'Pa' bravo, yo', era silbado por algunos delanteros, como para intimidar a los defensas rivales.
Gol del triunfo
El partido era disputado con un cuchillo entre los dientes. Es un decir, pero grafica lo que pasaba en la cancha. Los equipos finalistas empataban 2-2 y los espectadores, apiñados en los cerros, desde las azoteas, balcones y ventanas de las casas, alentaban a sus parciales. La 'chelita' corría a raudales y una que otra 'tía' soltaba una carcajada, celebrando alguna ocurrencia.
Hasta que, faltando solo cinco minutos para el final, llegó el gol del campeonato. Carlos Soto, habilidoso pelotero, capaz de hacer malabares sobre la pista, el gramado o el grass sintético, convirtió un tanto que hizo explotar a las 'tribunas'. "Somos campeones por tercera vez. Gracias a la hinchada", dijo Soto.
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